En este post voy a hablar de un libro del que siendo prudente y fiel a la verdad, lo justo es decir que no me ha entusiasmado, aunque eso en mi balance no es positivo en absoluto. Fue publicado en marzo de este mismo año, es posible que algunos aún no os lo hayáis encontrado.
Lo compré con muchas ganas puesto que era un libro recomendado por una de las revistas a las que soy asidua y cuyas sugerencias, a veces, suelo comprar. En mi caso, tengo que admitir que estaba deseando empezar a leerlo puesto que la sinopsis me enganchó y el marketing reconozco que me pareció muy bueno. Aquí os dejo un extracto del resumen de la contraportada:
“(…) Su historia se prolongará, intermitente y asombrosa, hasta el final de sus días. Mientras, Chino se convertirá en un reconocidísimo escritor gracias a Los muertos felices, en cuyas páginas concibe el enamoramiento como una enfermedad, un fogonazo que ciega y destruye. El libro cambiará la noción de amor en el mundo y también el curso de sus propias vidas.”
Siento decepcionar a quien escribió esto pero nada de eso ocurre en el libro o, al menos, no con la intensidad que debiera.
En primer lugar, encontramos una narrativa que hace que te pierdas, literalmente. Quizá con ánimo de darle una complejidad que no necesita, mezcla personajes, situaciones, conversaciones sin una pausa lógica. El lector encuentra la contextualización a posteriori pero probablemente se haya pasado veinte líneas leyendo algo que no sabe dónde ubicar y que, por ello, es susceptible de olvidar o no darle la importancia que merece diez páginas más adelante.
El argumento principal también me resultó engañoso, cuando leí la sinopsis de este libro esperé que hablase de amor y desamor y profundizara en una forma peculiar de entenderlo, pero nada más lejos de la realidad. El libro escrito por un supuesto protagonista que resulta no serlo, titulado “Los muertos felices” y cuya temática me parecía muy interesante como centro de la trama, se menciona en muy pocas páginas, de modo que el tema principal queda anulado y sustituido por una relación de amistad/admiración entre dos vecinas a las que separan unos cuantos años y que describe más bien un día a día entre ellas con pinceladas sobre sus vidas que un relato sobre amor en los términos transgresores que auguraba.
Hay saltos en el tiempo, como ya he adelantado, que están fuera de lugar y que no aportan nada a la lectura. He de reconocer que la complejidad extrema pretendida a toda costa es algo que no me gusta ver en los autores, hay historias que la admiten, estilos que lo agradecen pero no es el caso de Casilda Sánchez Varela, al menos en este libro. Además, la historia no termina de dejarte enganchado en ningún momento.
Para mí, fue una decepción. ¿Alguien más que lo haya leído y piense lo mismo? Contadme vuestras impresiones, estoy deseando intercambiar opiniones sobre este libro, creo que puede haber sensaciones completamente opuestas en torno a él.