El nuevo Premio Planeta 2017 ha sido otorgado a una novela de Javier Sierra cuyo centro es la búsqueda del verdadero significado del grial en el arte y la literatura.
Los protagonistas de “El fuego invisible” son el joven experto en Filología y Filosofía David Salas y la famosa escritora Victoria Goodman, directora de una escuela de literatura formada por expertos de diversos ámbitos de la cultura, llamado “La Montaña Artificial” a la que solo se puede acceder o conocer si se ha sido invitado previamente de forma expresa.
El reciente asesinato de uno de los miembros de esta especie de club secreto va a conducir a un camino tortuoso de investigación sobre los responsables de esa muerte, que aparece vinculada a los principales detractores de “La Montaña Artificial”, temerosos de la revelación de los resultados de la actividad de este grupo, capaz de desmontar grandes mitos en torno al santo grial.
La clave de todo está en el destripe del verdadero origen de las palabras, en concreto, del significado del santo grial. David, como lingüista experto en etimología, tendrá este papel fundamental.
En cuanto al estilo, la lectura me pareció excesivamente lenta en el principio, estando tentada de abandonarla en varias ocasiones. Aunque es una lectura, en general, pausada y reflexiva, lo cierto es que no es hasta pasadas las cien primeras páginas cuando la historia se vuelve más interesante y se dota a la narrativa de un ritmo más apropiado al contenido. Llegado ese punto, la novela se hace más amena. Los acontecimientos se van precipitando y el papel de Paula, una historiadora del arte también miembro de “La Montaña Artificial” junto al protagonista en la resolución del misterio, dota a la historia de un halo de misterio, ocultismo y esoterismo del que no resulta fácil desviar la atención.
En ese viaje a través de la literatura, visitaremos lugares extraordinarios que nos cautivarán por completo.
El final plantea sensaciones contradictorias. Bajo mi punto de vista, es demasiado fantasioso, si bien es un desenlace acorde con el resto de la obra, que puede invitar a la reflexión y al debate. Me resultó altamente interesante el concepto de “fuego invisible”.
Es una novela bien escrita,muy bien documentada, por lo que es digno de elogio el trabajo de investigación que ha llevado a cabo Javier Sierra para escribir esta obra.
En definitiva, “El fuego invisible” presenta una buena escritura y, salvando el inicio, es un libro entretenido, didáctico y muy bonito para aquellos interesados en el arte y la literatura.
Sin embargo, y siempre en mi opinión, el principal enemigo de este Premio Planeta 2017 es la gran calidad de su predecesor, “Todo esto te daré” de Dolores Redondo. Si se me permite un consejo previo, no conviene caer en el error de la comparación o la fijación de expectativas poco realistas, aunque reconozco que la que suscribe este artículo sí se ha visto influida, aunque fuese ligeramente, por esta sensación de “decepción” y le costó terminar la lectura de esta obra.
¿Quién más ha leído ya esta obra? ¿Estáis de acuerdo conmigo? ¿Qué opinión os merecen las conclusiones sobre el “santo grial”?