En primer lugar, se hace necesario destacar que el autor de este libro, Viktor Frankl, es el famoso psiquiatra fundador de la logoterapia y que el protagonista de “El hombre en busca de sentido” recoge mucha información y experiencia biográfica de él mismo, tanto a nivel personal como profesional, ya que fue prisionero en un campo de concentración durante parte de su vida.
La que suscribe este texto tiene una especial debilidad por el mundo de la psicología, del funcionamiento de la mente humana y de la propia razón del “ser”, por lo que este libro no pasó desapercibido por sus manos. Eso hace que esté eternamente agradecida a aquel que un día se la recomendó de tal manera que parece justo devolverle el favor de alguna forma y esta reseña me parece una bonita forma de hacerlo.
“El hombre en busca de sentido” es un texto esperanzador contenido en un libro de los de verdad, que al terminar su lectura te cambia un poquito por dentro.
Es un libro duro a nivel emocional, no en vano describe las atrocidades más salvajes que ha sufrido la historia de la humanidad como fue el exterminio nazi desde la perspectiva interior de aquel que está en la posición más desgarradora, desde el perfil del prisionero ordinario y su día a día en un campo de concentración. Está estructurado en tres partes que coinciden con las tres fases por las que pasa la vida del protagonista: “Internamiento en el campo”, “La vida en el campo” y “Después de la liberación”.
El prologo de este libro titulado “El informe del prisionero nº119.104, un Ensayo Psicológico” ayuda a entender la intencionalidad de esta obra que, veréis, os enganchará desde las primeras palabras del autor (dejo aquí un enlace para que podáis leerlo http://psicopsi.com/El-informe-del-prisionero-n-119104-ensayo-psicologico).
Asimismo no puedo dejar de compartir uno de mis fragmentos favoritos de esta obra para desentrañar la verdadera esencia de este libro. Lo considero un verdadero regalo que, a día de hoy, se ha convertido en una especie de guía personal:
"El modo en que un hombre acepta su destino y todo el sufrimiento que éste conlleva, la forma en que carga con su cruz, le da muchas oportunidades -incluso bajo las circunstancias más difíciles- para añadir a su vida un sentido más profundo. Puede conservar su valor, su dignidad, su generosidad. O bien, en la dura lucha por la supervivencia, puede olvidar su dignidad humana y ser poco más que un animal, tal como nos ha recordado la psicología del prisionero en un campo de concentración. Aquí reside la oportunidad que el hombre tiene de aprovechar o de dejar pasar las ocasiones de alcanzar los méritos que una situación difícil puede proporcionarle."
Como puede apreciarse, el hilo de este relato representa una expresión de la autotrascendencia, de la búsqueda y realización personal de un sentido vital, una exaltación del descubrimiento interior más riguroso de uno mismo, con independencia del “paisaje exterior” que rodee al individuo. Encontrar dignidad en la propia existencia pese al escenario físico en el que se encuentre una persona, pese a haber sufrido brutalidades, vejaciones, frío y estar a punto de morir en tantas ocasiones; hacer que un ser humano en estas circunstancias no desee la muerte sino que, al contrario, esto lo haga sentirse feliz y lo empuje a centrarse en el “bien” en el más amplio sentido de ambas palabras, para mí, constituye toda una lección de vida sobre la condición humana y su razón de ser. La última parte del libro es absolutamente desgarradora y rompedora en este sentido, os encantará y os disgustará a partes iguales.
Como adelanté al inicio de esta reseña, Viktor Frankl fue prisionero durante mucho tiempo en los campos de concentración del régimen nazi y su experiencia allí le sirvió de base para fundar la logoterapia y escribir este libro que no solo es una lectura común sino que algunos profesionales lo entienden como un manual básico de Psicología. El hecho de que él mismo haya sufrido todo aquello que relata de forma desgarradora en “El hombre en busca de sentido” lo dota de una autoridad y grandeza inigualables.
Es tal la trascendencia potencial que puede tener este solo libro en la conciencia del propio ser humano y el sentido que éste puede encontrar en su existencia que debería ser un libro de obligada lectura para cualquiera. Espero que esta humilde reseña genere una determinación en el lector que no la haya leído aún de comenzar de inmediato la lectura de “El hombre en busca de sentido”, como he dicho anteriormente es toda una lección de vida en un mundo en el que los verdaderos valores humanos han quedado relegados a un segundo plano. Como tan bien recoge Frankl:
"Al hombre se le puede arrebatar todo menos una cosa: la última de las libertades humanas-la elección de la actitud personal que debe aportar frente al destino para decidir su propio camino".
¿Alguien más ha leído esta obra? ¿Qué opinión os merece? Me encanta la foto del campo de concentración que que puse al lado del libro y estoy buscando a su autor, ¿alguien lo sabe?