“Patria” ha recibido el Premio de la Crítica 2016 y el Premio Francisco Umbral al Libro del Año en el año 2017. Es la primera obra que leo de Fernando Aranburu y termino su lectura con sensaciones encontradas.
Por un lado, me parece altamente didáctica y muy representativa la descripción de un conflicto tan remarcable de nuestra Historia como es el periodo de actividad de la banda terrorista E.T.A. desde la perspectiva más real y humana que podríamos encontrar. Las dos caras de una misma moneda, la de dos familias vascas anteriormente amigas y enfrentadas por este motivo, una por ser la cuna de un miembro activo de la banda y radical en sus ideales y otra por ser víctima de su violencia tras su negativa a pagar el impuesto revolucionario, en busca de un perdón que unos han de pedir a los otros.
Por otro lado, y sin ánimo de menospreciar lo que me parece una buena narrativa, es un relato demasiado extenso como resultado una trama ralentizada en exceso, un extremo probablemente buscado a propósito por el autor pero que puede resultar, en determinados episodios, un tanto adormecedor.
La evocación y análisis de un episodio histórico reciente que, no obstante, algunos por nuestra edad u otros motivos diversos, no hemos podido vivir con plenitud de conocimiento, es algo que siempre agradeceré a esta novela. El hecho de que cada uno de los personajes tenga sus propios capítulos ayuda a entender mejor las diferentes perspectivas e interpretaciones del nacionalismo vasco y del conflicto armado, una pluralidad de voces que otorgan un valor extraordinario a esta novela.
Joxe Mari, el joven radicalizado que se une a las filas de E.T.A. y que se halla preso por delitos relacionados con la banda. El Txato, el empresario vasco que decide dejar de financiar esta lucha a pesar de las amenazas de muerte y cuya vida finalmente fue arrebatada. Xabier, su hijo varón aparentemente ajeno a todo el conflicto nacionalista. Bittori, la viuda obsesionada con buscar respuestas y con el perdón que nunca le fue pedido. Nerea, su hija, parece no estar muy interesada en la distinción que le otorga ser vasca. Miren, la figura de una madre eternamente protectora y radicalizada que asume como propios los pensamientos de su hijo Joxe Mari para justificar su andadura y su enemistad actual con Bittori. Joxian y Arantxa, hermanos de Joxe Mari, uno interesado en el mundo de la literatura y otra condenada a una silla de ruedas a causa de un ictus.
Así, confluyen en “Patria” personajes muy diversos, quizá algo estereotipados, siendo todos ellos protagonistas únicos de esta trama sobre la propia naturaleza humana. Desde este punto de vista, añadido el conflicto que subyace de fondo, el valor de esta novela es incalculable y es por ello que he de calificarla como una lectura obligada en este sentido.