“Por encima de la lluvia” es un libro arrollador cuya lectura deja huella en la piel de una forma muy cautivadora.
Me cuesta mucho escribir esta reseña después de haber asistido a toda una lección de literatura, narración y comunicación por parte de Víctor del Árbol. La capacidad para expresar con justicia toda la nobleza literaria que integra este libro y la verdadera garra de este autor requiere de un gran esfuerzo que espero que el lector alcance a entender.
La calidad del estilo del autor es indescriptible y, aunque esta característica ya venía anunciada por su trayectoria previa, en este libro Víctor del Árbol da un paso más allá con un resultado es absolutamente sobresaliente. Sin duda alguna, está entre los mejores libros publicados este año.
En esta novela confluyen varias historias personales protagonizadas por Helena, introducida en el propio prólogo como una anciana solitaria y arisca que espera su final en una residencia de Tarifa, Miguel, amenazado por la sombra del Alzheimer que se convertirá en su compañero de viaje, y Yasmina, una joven musulmana residente en Suecia. La trama se centra en la conexión especial que une a estas dos mujeres con origen en una relación entre sus antepasados y que el destino hará que descubran de un modo casual en Mälmo, lugar de residencia de Yasmina y, a su vez, del hijo de Helena.
El tema principal es el descubrimiento del verdadero sentido del amor. Aparecen también en la trama otros temas secundarios (no por ello menos importantes) como la violencia de género, el abandono de las personas mayores por parte de los hijos, la diversidad cultural o la soledad de la vejez, cuya presencia es constante durante toda la obra y que aportan una dosis de realismo que encaja a la perfección con el idealismo propio de la idea del amor y el sentido de la vida, creando un equilibrio muy armónico.
En mi opinión, el tratamiento más brillante es aquel que hace de la enfermedad de Alzheimer, el detalle con que se adentra en la mente de Miguel, la descripción de sensaciones de confusión, de regreso, la capacidad de descripción emocional y, en general, el análisis interno que hace a través de este personaje. Es sencillamente maravilloso.
La situación de la trama en diversos puntos geográficos en la primera mitad de la obra que dota de un gran dinamismo al contenido, así como la intensidad presente a partir de la cuarta parte del libro (hacia la mitad de la lectura) cuando se "inicia" el viaje de Helena y Miguel a Mälmo, hacen de esta novela una narrativa muy completa. La sexta y séptima parte son de absoluto infarto y no tienen nada que envidiar a las grandes novelas negras, una dosis de adrenalina asegurada.
Como no podía ser de otro modo la obra culmina con un final sobrecogedor que te deja una sensación de belleza y serenidad relacionada con la existencia de una magia extraordinaria en la condición del ser humano (esta reflexión solo puede ser entendida si se ha descifrado el final y, más en concreto, el epílogo).
Permítame el lector una última mención especial a los personajes de Helena y Miguel. Ambos representan la fuerza pero a su vez la debilidad, la ironía del paso del tiempo, la contradicción propia de la vejez, de tal manera que consiguen que los guardes en tu recuerdo casi como si los hubieras conocido.
En definitiva, “Por encima de la lluvia” es una historia que te arrolla, te llena, te destroza y te vuelve a cautivar una y otra vez. Un gran ejemplo de buena literatura para ser leída y disfrutada.
Como decía André Maurois: "El mayor encanto de la cultura literaria es que humaniza el amor". En este sentido, esta novela de Víctor del Árbol tiene mucho encanto.
*Otros títulos del autor para quien no conozca su trayectoria:
“La tristeza del samurái”.
“La víspera de casi todo”. (Premio Nadal 2016).
“Un millón de gotas”.